18.11.13

El sendero de las 10 000 horas

Estas dos últimas semanas he estado en París trabajando las artes marciales, que me apasionan profundamente. He ampliado un poco más el Aikido en el seno del Kishinkai, y el Kenjutsu y Jujutsu del Shinbukan. Ambas disciplinas exigen un alto nivel de concentración y dedicación para llegar a la maestría., requieren mucho tiempo para alcanzar las más altas esferas. ¿Cómo conseguirlo?.

En el mítico Korindo Dojo de Noro Sensei,
hogar actual del Kishinkai

Buscando las 10 000 horas
Hay una teoría bastante conocida que defiende que un ser humano es capaz de llegar a dominar cualquier disciplina si le dedica aproximadamente 10 000 horas. En este viaje descubrí que Léo Tamaki Sensei superó este número hace años, entre sus 3 000 días en Japón, su intensa práctica en Francia y sus viajes por el mundo.

Entrenando en Brive (Francia) con Léo Tamaki Sensei

Creo verdaderamente que la dedicación permite al ser humano lograr la excelencia en cualquier disciplina. Es posible aprender lo que a uno le apasione, aunque también es cierto que podemos no alcanzar el objetivo deseado. Factores como el talento pueden ser determinantes, pero incluso para los seres excepcionales, el resultado final depende apenas un 10-20% de las capacidades inatas. Son los restantes 80-90% de dedicación y esfuerzo los que marcan la diferencia. 

El esfuerzo es la base del perfeccionamiento

Actualmente, un practicante regular hace cerca de 6 horas semanales de entrenamiento. Esto significa que al cabo de un año, sin contar vacaciones, enfermedades, trabajo, etc, reunirá 312 horas de práctica. A este ritmo, tardará cerca de 32 años en conseguir las 10 000 horas de practica marcial. 

En comparación, un samurai dedicaría cerca de 6 horas diarias a las artes marciales, lo que anualmente representa cerca de 2 232 horas de práctica. En apenas 5 años, un joven guerrero tendría más experiencia en las artes de combate que cualquier practicante actual en toda su vida (aproximadamente 11 162 horas). Además, la intensidad y el objetivo de la práctica del samurai eran totalmente diferentes, orientados hacia la supervivencia, realizadas bajo una gran presión y con numerosos compañeros de alto nivel.

Entrenar con compañeros de alto nivel exige 
la máxima concentración

Un cambio de rumbo
Siempre he creído que me dedicaba bastante al Aikido, que practicaba asiduamente. Pero al estar cerca de Léo Sensei me he dado cuenta que mi dedicación está lejos de ser suficiente. Para eso tengo que cambiar pequeñas costumbres que vi que marcan la diferencia. Uno de ellos es trabajar las armas seriamente, por lo menos una hora al dia. La otra es cómo y con qué intención debe uno mismo entrenar para que el tiempo empleado sea verdaderamente efectivo y no sólo una repetición sin contenido.

Buscando pulir la técnica 

Me di cuenta que me encuentro dentro del grupo de personas que necesitarían cerca de 10 años para llegar a las 10 000 horas de práctica. Esto significa que aunque haya hecho ya muchas horas tardaría en llegar al nível de excelencia que tengo como objetivo. Asi que ya he establecido un plan para alcanzar cuanto antes las 10 000 horas...

¡Un cambio de rumbo!
:)

Agradecimiento por las fotos: Shizuka Tamaki

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